Para empezar nuestro análisis sería conveniente poner en perspectiva los resultados que arroja nuestra sociedad actual y bajo cuyo yugo nos encontramos todos los individuos en este siglo XXI.
Y para conseguirlo, reflexionemos sobre un reporte muy comentado ya: “state of the village report” o también conocido como la aldea global de cien personas. En el cual, de forma simple y dispuesta para la comprensión de todos, nos muestra como estaría el mundo si fuera una aldea habitada por 100 personas, pues a veces nos resulta difícil la comprensión cuando nos hablan de millones en las estadísticas normales.
Si nos atenemos a sus resultados, los cuales se dice han sido extraídos de las estadísticas de la ONU, nos daremos cuenta de lo mal que hemos hecho las cosas hasta ahora, pues en lugar de mostrarnos sociedades equilibradas, armónicas, de ciudadanos felices con todas sus necesidades básicas cubiertas, nos muestra un panorama desolador.
Reproduzco aquí algunos de ellos para entender por qué mi afirmación anterior: En esa aldea global de cien personas 80 viven en casas que no cuentan con todos los servicios, 67 viven en zonas rurales y de esos 67 la mitad, o sea 33.5 son analfabetas, 50 sufren de desnutrición, 33 no tienen agua potable, 24 no cuentan con electricidad, sólo 7 de ellas tienen automóvil y 5 de ellas posen el 32% de toda la riqueza de la aldea y están todas ellas ubicadas en Estados Unidos.
De esa forma, tan sencilla podemos apreciar que mientras unos pocos poseen todas las comodidades y cuentan con el dinero que nunca podrán gastar en toda su vida, más de la mitad no puede alimentarse bien y muchos de ellos no pueden siquiera alimentarse, unos cuantos poseen educación mientras la mayoría permanece en la ignorancia, lo cual nos lleva a intuir que unos cuantos deciden sobre los demás e imponen esas decisiones a las mayorías.
Esa es la sociedad que hemos creado los seres humanos, una sociedad llena de desequilibrio, no sólo para nosotros como especie, sino también para todas las especies que cohabitan el planeta con nosotros, pues en esa historia también se encuentran todos los desequilibrios ambientales que hemos causado, tal como extinción de especies, sobre calentamiento global, por sólo poner dos ejemplos.
Debemos reflexionar sobre esto para entender nuestra “humanidad” y poder a través de ese entendimiento dar un giro a la situación, buscar la forma de vivir en armonía con nuestra especie y con las demás especies.
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